La palabra macrobiótica significa Macro – Grande y Biótica – Vida
“una vida en grande”. La macrobiótica propone a través de la alimentación, la
salud y la libertad personal. Propone una vida libre de dependencias, empezando
desde lo más tangible, lo más cercano, empezamos por la alimentación.
Básicamente la macrobiótica vuelve a la alimentación tradicional,
la comida hecha en casa, sin químicos, sin refinar, productos locales y de
estación.
Hace unos 2500 años en la Grecia antigua, Hipócrates el padre de la
medicina, enseñó que una alimentación adecuada es el fundamento de la salud y
la felicidad humanas.
Durante numerosas generaciones, la medicina moderna ha rechazado la
relación entre alimentación y las enfermedades. Hoy, después de varios siglos
durante los cuales las drogas y la cirugía han dominado el tratamiento médico,
la ciencia médica moderna volvió a descubrir el poder del alimento para
mantener una salud y felicidad óptimas. Prevenir y aliviar enfermedades.
También está empezando a reconocer que nuestra forma de comer tiene
un profundo impacto sobre la salud mental y sicológica.
La macrobiótica, plantea una dieta tipo orientada a dirigirnos
hacia el centro - equilibrio:
Dieta Estándar
Cada una de nuestras comidas debería estar compuesta por los
siguientes porcentajes de alimentos considerados en volumen no en peso.
50% de cereales integrales en grano: Arroz, mijo, trigo, cebada, trigo sarraceno.
20 al 25% verduras y raíces: col, rábanos, zanahorias, berros,
cebollas, brócoli, calabaza, judías verdes, algas marinas.
15% de leguminosas; Azukis, lentejas, garbanzos.
5 al 10% sopas (de miso o tamari)
Una o dos veces por semana pescado blanco,
No se recomienda beber durante la comida, solo al final se toma una
taza de té kukicha bancha o café de cereales.
7 PASOS FÁCILES PARA INICIAR CON LA MACROBIÓTICA
1. Reconoce que eres el responsable de tu propia vida y bienestar. Esto te potencia y te permite realizar tu máximo potencial.
2. Introduce en tu alimentación diaria cereales integrales en grano, vegetales y legumbres. Evita la carne, el azúcar y los productos lácteos. Elige
preferiblemente alimentos locales, de temporada y libres de aditivos.
3. Participa en una actividad física diaria; así aumentará tu flexibilidad, vitalidad y agilidad.
4. Lleva un diario de todo lo que comes durante al menos 2 semanas, anotando como reacciona tu cuerpo antes y después de cada ingesta;
estableciendo así una relación entre lo que haces y como te sientes.
5. Edúcate en los principios básicos de la macrobiótica. Puedes acceder a toda la información a través de libros, clases de cocina, Coaching
personal, investiga, asiste a talleres, cursos de cocina, charlas, seminarios, toma clase con diferentes maestros.
6. Alimenta tu vida conectándote con la naturaleza. Por ejemplo, cultiva un jardín, nada en el mar, trae la naturaleza a tu casa.
7. Únete o crea un grupo con quien puedas compartir tu conciencia en desarrollo y tu sentido de la salud.
y recuerda MASTICA BIEN!!
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