martes, 24 de marzo de 2015

LOS CHAKRAS EN NUESTRO CUERPO

LOS CHAKRAS EN NUESTRO CUERPO (1ª parte). Primer, segundo y tercer chakra.

CHAKRAS


Los chakras son ruedas de energía que tenemos alrededor de nuestro cuerpo. Son vórtices a través de los cuales, la energía entra en nuestro organismo y se relaciona con nuestras principales glándulas endocrinas y con el sistema nervioso. Son variables en cada persona, pero aproximadamente tienen un diámetro de 5-6 centímetros. La información que reciben las glándulas, provoca que segreguen unas sustancias bioquímicas, las hormonas, que actúan e influyen sobre todas las células de nuestro cuerpo.

¿En dónde están y sobre qué glándulas influyen?
Así, el primer chakra, que podréis intuir a unos pocos centímetros bajo el periné, tiene su acción sobre las glándulas sexuales, los testículos, en el varón, y los ovarios, en la mujer. Este primer chakra, cuando vibra con armonía, conecta con el amor a la vida, a nuestro cuerpo humano físico, y con la alimentación natural y saludable; con anclarnos y echar raíces. Con el vínculo a nuestros padres, a nuestra familia, y a nuestra tierra. Si vibra en armonía y permite la entrada de la energía en esta vibración armoniosa, nuestros órganos sexuales funcionan adecuadamente, y el ciclo sexual en la mujer, fundamentalmente, es armonioso, y no provoca dolores, ni en la ovulación ni en la menstruación.
El segundo chakra, lo puedes sentir a la altura de la zona infraumbilical, a tres dedos aproximadamente por debajo del ombligo. Es el chakra de la afectividad. Cuando vibra en armonía, nos conecta con el amor afectivo que sentimos por el resto de seres con los que nos relacionamos. Nos abre a compartir, a acercarnos a los demás, a la unión y la fraternidad. La sexualidad también depende de este chakra. En el varón permite la conexión con el otro ser de manera tántrica.
Yendo más allá, a nivel social, nos conecta con el amor a nuestra cultura, nuestras costumbres, gastronomía, bailes y forma de festejos. Las glándulas relacionadas son las suprarrenales. Éstas glándulas, pequeñitas de tamaño, controlan la secreción de noradrenalina y de cortisol, las dos hormonas del estrés. Cuando nos relacionamos de forma agresiva con los demás, o con nosotros mismos, cuando somos rebeldes y peleamos con los otros, cuando nos separamos de nuestros grupos de referencia, de la familia, tenemos nuestro segundo chakra vibrando de manera caótica, y enviando una información a las suprarrenales de caos, de estrés, a lo cuales ellas responde segregando más cantidad de las hormonas citadas, que llegan con este mensaje a todas las células de nuestro cuerpo.
El tercer chakra se encuentra situado a tres dedos aproximadamente por encima del ombligo. Es el chakra que nos conecta con el amor a nosotros mismos, la autoestima y el autorrespeto que sentimos por nuestra persona, por nuestro ser. Nos conecta con nuestra fuerza de voluntad, con nuestro coraje, con aquello que necesitamos de nosotros mismos para lograr nuestros objetivos. La gestión emocional también se encuentra ligada a este chakra.
Este chakra conecta con una glándula, el páncreas y además, con el plexo solar, de nuestro Sistema Nervioso Autónomo.
El páncreas, situado a la izquierda del estómago, tiene dos funciones: regula a nivel digestivo la digestión y procesamiento de las grasas y las proteínas, y a nivel sistémico, segrega la insulina y el glucagón, las dos hormonas responsables de controlar el nivel de glucosa en sangre. Si este chakra está desarmonizado, aparece una reacción de estrés generalizada en todo el organismo. A nivel digestivo provoca múltiples patologías (gastritis, reflujo gastroesofágico, afecciones en intestino delgado, diarreas, puede llegar a provocar úlceras, divertículos, pólipos).
Si nuestra gestión emocional no es adecuada, esto es, si las emociones entran de manera exagerada, ya sean positivas o negativas, el chakra empieza a desarmonizarse, y la entrada energética es de una vibración más densa. Esto se traduce en el plexo solar en forma de “peligro”, y todo el sistema endocrino inicia una descarga de hormonas del estrés aumentada, que va a todas las células, aumentando el metabolismo de todas ellas, y agotando al sistema. Seguro que todos habréis notado un cansancio físico grande después vivir un acontecimiento de gran estrés emocional (una pelea, un examen, un duelo), traducido en dolor de piernas, malestar general, falta de hambre y alteración del sueño.

Hasta este tercer chakra, os alargamos este post. En la segunda parte, abordaremos lo concerniente al cuarto, quinto, sexto y séptimo.

Por BELEN MOLINER
Licenciada en Medicina y cirugía (por la  Universidad de Valencia)
Especialista en daño cerebral
Master en Psicobiologia y neurociencia congnitiva
Reiki I
Terapeuta Collage Unificador

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