LOS
CHAKRAS EN NUESTRO CUERPO (1ª parte). Primer, segundo y tercer chakra.
CHAKRAS |
Los
chakras son ruedas de energía que tenemos alrededor de nuestro cuerpo. Son
vórtices a través de los cuales, la energía entra en nuestro organismo y se
relaciona con nuestras principales glándulas endocrinas y con el sistema
nervioso. Son variables en cada persona, pero aproximadamente tienen un
diámetro de 5-6 centímetros. La información que reciben las glándulas, provoca
que segreguen unas sustancias bioquímicas, las hormonas, que actúan e influyen
sobre todas las células de nuestro cuerpo.
¿En dónde están y sobre qué
glándulas influyen?
Así,
el primer chakra, que podréis intuir
a unos pocos centímetros bajo el periné, tiene su acción sobre las glándulas
sexuales, los testículos, en el varón, y los ovarios, en la mujer. Este primer
chakra, cuando vibra con armonía, conecta con el amor a la vida, a nuestro
cuerpo humano físico, y con la alimentación natural y saludable; con anclarnos
y echar raíces. Con el vínculo a nuestros padres, a nuestra familia, y a
nuestra tierra. Si vibra en armonía y permite la entrada de la energía en esta
vibración armoniosa, nuestros órganos sexuales funcionan adecuadamente, y el
ciclo sexual en la mujer, fundamentalmente, es armonioso, y no provoca dolores,
ni en la ovulación ni en la menstruación.
El
segundo chakra, lo puedes sentir a la
altura de la zona infraumbilical, a tres dedos aproximadamente por debajo del
ombligo. Es el chakra de la afectividad. Cuando vibra en armonía, nos conecta
con el amor afectivo que sentimos por el resto de seres con los que nos
relacionamos. Nos abre a compartir, a acercarnos a los demás, a la unión y la
fraternidad. La sexualidad también depende de este chakra. En el varón permite
la conexión con el otro ser de manera tántrica.
Yendo
más allá, a nivel social, nos conecta con el amor a nuestra cultura, nuestras
costumbres, gastronomía, bailes y forma de festejos. Las glándulas relacionadas
son las suprarrenales. Éstas glándulas, pequeñitas de tamaño, controlan la
secreción de noradrenalina y de cortisol, las dos hormonas del estrés. Cuando
nos relacionamos de forma agresiva con los demás, o con nosotros mismos, cuando
somos rebeldes y peleamos con los otros, cuando nos separamos de nuestros
grupos de referencia, de la familia, tenemos nuestro segundo chakra vibrando de
manera caótica, y enviando una información a las suprarrenales de caos, de
estrés, a lo cuales ellas responde segregando más cantidad de las hormonas
citadas, que llegan con este mensaje a todas las células de nuestro cuerpo.
El
tercer chakra se encuentra situado a
tres dedos aproximadamente por encima del ombligo. Es el chakra que nos conecta
con el amor a nosotros mismos, la autoestima y el autorrespeto que sentimos por
nuestra persona, por nuestro ser. Nos conecta con nuestra fuerza de voluntad, con
nuestro coraje, con aquello que necesitamos de nosotros mismos para lograr nuestros
objetivos. La gestión emocional también se encuentra ligada a este chakra.
Este
chakra conecta con una glándula, el páncreas y además, con el plexo solar, de
nuestro Sistema Nervioso Autónomo.
El
páncreas, situado a la izquierda del estómago, tiene dos funciones: regula a
nivel digestivo la digestión y procesamiento de las grasas y las proteínas, y a
nivel sistémico, segrega la insulina y el glucagón, las dos hormonas
responsables de controlar el nivel de glucosa en sangre. Si este chakra está
desarmonizado, aparece una reacción de estrés generalizada en todo el
organismo. A nivel digestivo provoca múltiples patologías (gastritis, reflujo
gastroesofágico, afecciones en intestino delgado, diarreas, puede llegar a
provocar úlceras, divertículos, pólipos).
Si
nuestra gestión emocional no es adecuada, esto es, si las emociones entran de
manera exagerada, ya sean positivas o negativas, el chakra empieza a
desarmonizarse, y la entrada energética es de una vibración más densa. Esto se
traduce en el plexo solar en forma de “peligro”, y todo el sistema endocrino
inicia una descarga de hormonas del estrés aumentada, que va a todas las
células, aumentando el metabolismo de todas ellas, y agotando al sistema.
Seguro que todos habréis notado un cansancio físico grande después vivir un
acontecimiento de gran estrés emocional (una pelea, un examen, un duelo), traducido
en dolor de piernas, malestar general, falta de hambre y alteración del sueño.
Hasta
este tercer chakra, os alargamos este post. En la segunda parte, abordaremos lo
concerniente al cuarto, quinto, sexto y séptimo.
Por BELEN MOLINER
Licenciada en Medicina y cirugía (por la Universidad de Valencia)
Especialista en daño cerebral
Master en Psicobiologia y neurociencia congnitiva
Reiki I
Terapeuta Collage Unificador
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