miércoles, 4 de marzo de 2015

A TRABAJAR...

Coje papel y lápiz, vamos a alcanzar nuestra meta de alimentarnos mejor durante el 2015 y mantenerlo. Lo único que necesito es que tengas disposición para hacer el trabajo, la mente muy abierta y un sitio relajado.

¿Cómo empiezo a mejorar mis hábitos?

Recuerda: Lo importante no es lo que hagas si no porqué lo haces.

Antes de empezar, recuerda buscar un lugar en el que puedas estar contigo mismo, relajado y ve poco a poco, tomate tu tiempo.

Así que el primer paso es:

Pregúntate: ¿Por qué quiero alimentarme mejor? Se lo más honesto que puedas contigo mismo, y haz una lista con todo lo que venga a tu mente.


Segundo paso:

Identifica tus acciones y motivos.

Es usual usar la comida como sustituto del amor, ya sea para gratificarnos o protegernos. Cada uno debe ir a su  interior, buscar y ser lo más honesto consigo mismo posible.

1. Identifica las acciones: Haz una lista con las acciones que te alejan de tu propósito: por ejemplo, cuando como más de lo que necesito, cuando busco los dulces, la bollería, cocacola, el pan, el alcohol, el café, cualquier excitante o alimento que tu sabes, no te sienta bien física, emocional o mentalmente, pero te encanta, o no puedes dejar de comerlo porque “tu cuerpo te lo pide” *  etc etc…

2. Identifica tus motivos:
Gratificación: ¿Busco liberar stress emocional o tensión? ¿Quiero acallar o dormir alguna emoción que no me gusta?. y/o
Protección: ¿busco distraerme para evitar sentir dolor emocional? ¿Construyo paredes para mantenerme alejado-a de la gente?

Tercer paso:

Haz una lista con las emociones que te generan tus acciones. Por ejemplo, cuando como demasiado, me siento desmotivada, siento que no valgo, me siento triste, incapaz, desanimada, miedo a quedarme sola etc.

Cuarto paso:

Cambio de creencias y hábitos

Coje la emoción que sientas con más intensidad, por ejemplo, “siento que no valgo”, pregúntate: ¿en que situaciones de mi vida siento o he sentido que no valgo? Anota cualquier imagen o recuerdo que venga a tu mente.

Cuestionate esta creencia: (Tomado del trabajo de Byron Katie)
*       ¿Es verdad? ¿es verdad que no valgo? Responde si  o no, sé lo más honesto que puedas.
*       ¿Puedes estar 100% segura de que es verdad? Responde si  o no, sé lo más honesto que puedas.
*       ¿Cómo actúas cuando crees el pensamiento de “yo no valgo”? ¿Cómo te tratas a ti mismo cuando crees este pensamiento de “yo no valgo”? ¿Cómo tratas a los demás cuando crees este pensamiento? Por ejemplo, como de más, me alejo de los demás, con vergüenza, con  miedo, cohibida, exigente, etc…no te limites solo al aspecto nutricional, está abierta-o a todo lo que llegue a tu mente.
*       ¿Como actuarías si no creyeses este pensamiento? Cierra los ojos e imaginate sin este sentimiento de no valgo. ¿Cómo crees que te sentirías? ¿como actuarías?

Revisa la motivación real

Vuelve a leer la pregunta y la respuesta que identificaste en el primer paso, y compáralo con la respuesta que diste en el paso 3.
Por ejemplo, si mi motivación inicial era estar delgada, saludable, más ágil etc., y al hacer ejercicio planteado he descubierto que las emociones que experimento cuando saboteo mi propósito es “No valgo”,  con la mente abierta puedes plantearte la siguiente pregunta ¿quiero adelgazar, sentirme sana, ágil, saludable para demostrar a los demás o a mi misma que yo valgo?. Partiendo desde una motivación más real podemos autoayudarnos más adecuadamente.

Cambio de creencias

En este punto ya te habrás dado cuenta de que una creencia falsa está saboteando tus intentos de mantener tu propósito de alimentarte mejor o la que hayas elegido. Así que ahora vamos a cambiar esta creencia. Te ofrezco la herramienta que a mi me funciona, sin embargo, hoy en día tenemos varios autores que nos ofrecen herramientas valiosísimas que nos ayudan en este propósito.

Invierte tu creencia:
A ti mismo: Por ejemplo si tu creencia es “yo no valgo” prueba con “ Yo soy valioso(a)”
Y busca 3 situaciones en tu vida en las que te has sentido valioso(a) y son verdad para ti. (Apuntalas)
Al otro: Los demás me valoran, mi madre me valora, mi pareja me valora…
Y busca 3 situaciones en tu vida en las que te has sentido valorada por los demás y es verdad para ti. (Apuntalas)
Lo opuesto: Yo no valoro a los demás.
Y  busca 3 situaciones en tu vida en las que no has valorado a los demás y es verdad para ti. (Apuntalas)

Practica:
Dedica 2 minutos cada día, para respirar profundamente e internamente en el estado más relajado que puedas repítete a ti mismo(a) tu nueva creencia, busca la que más se adecue a ti.
Por ejemplo:
Cada día me siento más valioso(a) y valorado(a) por los demás
Estoy aprendiendo a hacer buenas elecciones
Estoy aprendiendo a sentirme a gusto conmigo mismo(a). Etc…

Personalmente me gusta el trabajo de Byron Katie (puedes leer más sobre su trabajo en www.thework.com)

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